A
escasos días de haberse completado 33 años del nefasto Plan Laboral
–engendro del otro Piñera Echeñique, al servicio de la dictadura que, no
le bastando haber asesinado a cerca de quinientos dirigentes sindicales
en los primeros meses después del traidor y cobarde golpe, con estas
normas destruyó sus organizaciones y anuló las conquistas logradas en
largas décadas de ardua lucha– y ante la insistencia del gobierno en no
reajustar debidamente el salario mínimo, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) convocó, para el próximo jueves, a una Jornada de Protesta Nacional, por un piso salarial de 250 mil pesos.
Respecto a esta política derechista, la Fundación SOL
aclara que el salario mínimo nacional comenzó con valores muy bajos y
que no ha tenido reajustes concordantes con el crecimiento de la
economía chilena en las décadas recientes, precisando que "Hoy día
está desalineado, de acuerdo a los valores adecuados recomendados por la
literatura internacional y ni siquiera cumple el objetivo que estaba en
su génesis: permitir la satisfacción de las necesidades básicas del
trabajador y su familia".
También, la CUT
rechaza la maniobra gubernamental de presentar al Parlamento una nueva
institucionalidad para discutir el salario mínimo, la cual no es más que
una comisión técnica que va a proceder, exclusivamente, con base en
equilibrios macroeconómicos, no considerando que la definición de esa
remuneración es, fundamentalmente, un problema social. Así, exige una
nueva institucionalidad laboral, un Código del Trabajo que termine con
los abusos y con los despidos ‘por necesidad de la empresa’,
restableciendo la negociación colectiva y protegiendo la
sindicalización.